El periodista Benjamín Flores González residía y trabajaba en San Luis Río Colorado, en Sonora donde era director del periódico La Prensa de ese municipio. Fue asesinado el 15 de julio de 1997 en la misma ciudad.
El día del ataque, el periodista se encontraba afuera de las oficinas de La Prensa. Un hombre descendió de su vehículo con una metralleta AK-47 y disparó al periodista por la espalda hasta que el arma se atascó. Posteriormente, regresó y le disparó tres veces a la cabeza y huyó con tres otros sujetos.
El crimen ocurrió a la vista de los compañeros del periodista, quienes lo esperaban para celebrar su cumpleaños y el quinto aniversario del medio.
En mayo de 1997, escribió una crónica acerca de cómo una tonelada de cocaína confiscada por autoridades federales desapareció del cuartel de la ciudad. Esto causó señalamientos por parte del entonces gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones.
El periodista y el medio habían recibido amenazas por parte del crimen organizado. Su familia explicó que tenía muchos enemigos por las historias que escribía. El caso fue asignado a la causa penal 0239/1997 y de apelación 0858/2009.
Gabriel González fue detenido y sentenciado por la muerte del periodista tres años después del crimen. Fue detenido en Estados Unidos y extraditado a México en 2006. Sin embargo, fue liberado en 2010 por falta de evidencia. El sospechoso, apodado “El Jaimillo”, era líder de una banda de hermanos traficantes de drogas, y era blanco frecuente de las historias del periodista.
Entre los principales sospechosos se encuentra Luis Enrique Rincón Muro, alias “El Chichi”, quien recuperó su libertad siete años después del crimen por falta de pruebas. También se encuentra Jorge Pacheco Reyes, alias “El Pecas”, quien fue sentenciado a 25 años de cárcel a pesar de alegar que fue torturado hasta confesar.
Otros sospechosos fueron Vidal y Miguel Ángel Zamora Lara. El primero estuvo varios años en la cárcel por su presunta participación en el crimen, pero también fue liberado. Su hermano salió de la cárcel en abril 2001.
Siguen prófugos José Francisco Benavides Ávila, Carlos Pacheco García y Arsenio Pérez Lozada, quienes parecen tener una orden de aprehensión en su contra.
El crimen de Benjamín Flores fue presentado por la Sociedad Interamericana de Prensa ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ante la ausencia de justicia por la posibilidad de que autoridades estuvieran involucradas.
En septiembre de 2016, poco más de 19 años después del crimen, el Semanario Zeta reportó que la estatua de Benjamín Flores que se había colocado en su honor, en San Luis Río Colorado, había sido derribada, sin que las autoridades la repararan.