Enrique Perea Quintanilla desapareció el 08 de agosto de 2006. Sus hijos Jonathan y Enrique Perea denunciaron el hecho ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chihuahua (PGJECH).
Fue reportero de El Heraldo de Chihuahua hasta 2003 y después trabajó para el Diario de Chihuahua. En 2005 creó la revista Dos caras, una verdad. Se especializó en la fuente policíaca.
Perea Quintanilla abordó temas sobre tráfico de drogas, inseguridad y anomalías en el manejo de penales, donde habló del entonces secretario general de Gobierno, Fernando Rodríguez Moreno, entonces, y a Ricardo Márquez Horta, a cargo de la dirección de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad.
El reportero también denunció actividades ligadas con el narcotráfico en el estado, pero no reveló nombres; sin embargo su información era muy precisa.
Enrique Perea Quintanilla había recibido amenazas, aún así notificó que publicaría sobre más temas ligados al narcotráfico..
La última vez que lo vieron con vida fue a las 11 de la mañana. Esa noche encontraron su camioneta en el centro de la ciudad. A él lo encontraron al día siguiente, a las 2 de la tarde, a 15 kilómetros de la ciudad de Chihuahua, sobre una brecha de la carretera a Aldama, municipio colindante. Había recibido dos disparos.
El gobierno del estado intentó descartar que el crimen tenía relación con su actividad periodística. La Procuraduría de Justicia de Chihuahua señaló que el homicidio pudo haber sido orquestado por grupos criminales tratando de relacionar al periodista con los criminales.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) incluyó el caso de Perea Quintanilla en los 29 casos de periodistas asesinados o desaparecidos cuya indagatoria inició entre 2004 y 2009, y que se mantienen impunes.