El periodista Francisco Ortiz Franco residía y trabajaba en la ciudad de Tijuana, en Baja California. Fue asesinado el 22 de junio de 2004 en la misma ciudad.
El día del asesinato, el periodista se encontraba en licencia médica y estaba saliendo de sus terapias de rehabilitación física que recibía por una parálisis facial. Antes de los hechos, fue por sus hijos a la escuela. Ambos se encontraban en el automóvil cuando el periodista fue asesinado.
Un grupo llegó en una camioneta con vidrios polarizados. Un sujeto encapuchado armado se bajó del auto y le disparó al periodista. Los hechos ocurrieron a 300 metros de las oficinas de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Francisco Ortiz Franco estudió Derecho, ejerció su profesión hasta convertirse en cofundador y editor del semanario Zeta de Tijuana, uno de los medios en el país que ha sufrido la mayor cantidad de ataques directos por sus publicaciones.
En el semanario escribía reportajes sobre política, inseguridad, corrupción y los grupos criminales que operaban en Baja California. El periodista publicó una historia titulada “Más de 70 mil dólares costaron las credenciales de sicarios del CAF” (Cártel Arellano Félix), misma que incluía un afiche elaborado por el FBI que exhibía las fotografías de 27 narcotraficantes del grupo. El reportaje exclusivo explicaba que los individuos tenían identificaciones que los acreditaban oficialmente como agentes ministeriales de la entonces Procuraduría de Justicia del estado de Baja California. La historia exponía la corrupción y complicidad de los integrantes del cártel con las autoridades, y los rostros de una de las células del grupo criminal, por lo que se considera el motivo por el cual el periodista fue asesinado.
El expediente fue atraído por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, de acuerdo a lo que declaró el entonces titular, José Luis Santiago Vasconcelos. Sólo al principio las autoridades ofrecieron avances de las pesquisas, pero al cabo de unos meses dejaron de hacerlo.
El semanario Zeta publicó una lista de sospechosos del asesinato, la cual incluye al político Jorge Hank Rhon, Arturo Villarreal "El Nalgón", del cártel de los hermanos Arellano Félix, y Eduardo Ronquillo "El Niño", quien fue asesinado en octubre de 2005. El medio también indica que otro sospechoso fue José Briceño “El Cholo”, un sicario del Cártel del Golfo, desaparecido desde 2008, quien pudo haber actuado junto al Cártel Arellano Félix. Además se consideró a Heriberto Lazcano, quien fue ultimado en 2012.
DOCUMENTO DE LA CORTE DE DISTRITO DEL SUR DE CALIFORNIA
Arturo Villarreal Heredia ha sido señalado como presunto responsable. Se encuentra en una cárcel en Estados Unidos desde 2006. La fiscalía estadounidense lo mencionó en el juicio en su contra como principal responsable del asesinato del periodista, pero no se abundó el tema, ya que el crimen fue cometido en México. La Fiscalía General de la República (FGR) tampoco reporta avances en las investigaciones, por lo que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) presentó el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el cual fue aceptado ante la impunidad en el que se encuentra.
La Fiscalía nunca ha solicitado la declaración de Villarreal Heredia sobre el caso, a pesar de ser testigo colaborador de las autoridades estadounidenses y que cumplirán una sentencia hasta 2032.