Hugo Alfredo Olivera Cartas se enfocaba en la cobertura de temas de seguridad y justicia. Al momento de su muerte colaboraba como corresponsal del La Voz de Michoacán, Cadena 3 Noticias, así como para las agencias Quadratín y Esquema, medios a los que enviaba notas, fotografías y videos. Asimismo, era editor del periódico El Día de Michoacán, del que su padre era el dueño. Tenía un proyecto denominando ADN, agencia de noticias especializada en temas policiales.
Olivera Cartas era reportero y fotógrafo en Apatzingán, un municipio donde en ese momento dominaba la organización criminal La Familia.
Cinco meses antes, Olivera Cartas había puesto una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos la cual quedó con el número CEDH/MICH/1/023/02/10-DI, porque el 18 de febrero de 2010, alrededor de las 19:00 horas, fue golpeado y amenazado por presuntos policías federales cuando fue a cubrir un enfrentamiento entre los agentes y “ciudadanos” de la localidad de Chiquihuitillo. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a través de la Relatoría Especial para la Libertad de expresión, documentó la queja que presentó el periodista ante el ombudsman michoacano.
DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS
El 5 de julio de 2010, alrededor de las 21:00 horas, el reportero recibió una llamada de un supuesto informante, salió de la redacción donde todavía se encontraba trabajando. Cinco horas después fue encontrado muerto. Su cuerpo recibió tres disparos por debajo del oído izquierdo, y fue encontrado dentro de su propio auto, a un costado de la brecha que comunica Apatzingán con Buenavista Tomatlán, cerca del Rancho Galeana, propiedad del exgobernador Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
La Procuraduría de Justicia del estado reportó que no lo golpearon, “el cuerpo tenía señales de haber sido esposado, aunque no fueron localizados los grilletes”.
ESTADO DEL EXPEDIENTE
La procuraduría inició la averiguación previa 29/2010 en la Agencia especializada en homicidios, a donde acudieron a declarar algunos familiares y colegas.
El 7 de julio, tanto su casa como las instalaciones del periódico El Día de Michoacán fueron saqueadas, así como la futura agencia especializada en temas policiales. Solo se llevaron discos duros de las computadoras, memorias y algunas unidades centrales de procesamiento (CPU).
RESPUESTA DE LOS COMPAÑEROS
Los periodistas del estado, exigieron a las autoridades que se descarten todas las hipótesis posibles y llegar al fondo del caso.
El 4 de mayo de 2010, un particular presentó una denuncia en contra de Hugo Alfredo Olivera Cartas, por la desaparición de Eliseo Solorio Chipres desde el 9 de noviembre de 2009, por lo que se inició la Averiguación Previa Penal número 184/2010. Esta información fue dada a conocer por el entonces Procurador General de Justicia del Estado, Jesús Montejano.
Olivera Cartas también fue colaborador de otro periodista desaparecido en la misma población, Mauricio Estrada Zamora desde el 12 de enero de 2008, según la Averiguación Previa 031/2008-FEADSE.
También existen dos carpetas de investigación más a la señalaba en le presente ficha por el homicidio del periodista averiguación previa número 29/2010-AEH y la averiguación previa 034/FEADLE/2011, misma que el 29 de agosto del 2012, fue remitida por incompetencia en razón de materia, a la Procuraduría General de Justicia del estado de Michoacán.
ATAQUE AL MEDIO
El 7 de julio, tanto su casa como las instalaciones del periódico El Día de Michoacán fueron saqueadas, así como la futura agencia especializada en temas policiales. Solo se llevaron discos duros de las computadoras, memorias y algunas unidades centrales de procesamiento (CPU).
Se inició la averiguación previa 034/FEADLE/2011, misma que el 29 de agosto del 2012, fue remitida por incompetencia en razón de materia, a la Procuraduría General de Justicia del estado de Michoacán.
La agencia Quadratin publicó al respecto: “En ese lapso, que se prolongó por varias horas, fue saqueada la oficina sede del periódico y de la futura agencia especializada en temas policiales. Mencionaron que los intrusos solamente se llevaron discos duros de las computadoras, memorias y algunas unidades centrales de procesamiento (CPU), sin embargo los monitores no fueron tocados ‘como si buscaran algunos archivos’, resaltaron. La formal denuncia se presentará una vez concluidas las pompas fúnebres”, precisó la agencia en una de sus notas difundidas hoy.