El periódico Expresiones de Guerrero narra que el periodista había sido duro crítico del gobernador Alejandro Cervantes Delgado, mismo que pide la intervención de la Segob que en respuesta y ayuda al gobernador ordenó el cierre del diario. José Luis Nava Landa continuó con sus labores cambiándole el nombre al periódico a Expresión Popular.
Las fuentes no indican el nexo entre Javier Ibáñez Sandoval, supuesto culpable del asesinato, y el periodista.
Se decretó formal prisión en contra del empresario, sin embargo, en diferentes recursos de apelación, alegaron que actuó en defensa propia. Diferentes recursos legales mostraron que no era así, pero al final un amparo le dio la razón, decretando la libertad absoluta.
Descripción del ataque
Javier Ibáñez Sandoval, presunto responsable del asesinato, fue asesinado el 11 de marzo de 2002, por un sicario que baleó la camioneta que conducía. El empresario inició en Guerrero una persecución contra Pedro Barragán Rentenría, jefe de la principal banda de secuestradores, que en 1996 había secuestrado a su hijo menor, Javier Ibáñez Reyes.
Su caso se encuentra dentro del Programa Especial de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, catalogado entre los casos que ya recibieron sentencia.
La muerte del periodista provocó que varios editores amigos suyos iniciaran una campaña contra el gobierno del Estado para protestar por la falta de una investigación que castigara al responsable que le causó la muerte. La misma fuente asegura que el gobierno estatal, con el fin de controlar el motín de periodistas, inventó el Premio Estatal de Periodismo que regalaba dinero a los que por un jurado calificador, pagado por el mismo gobierno calificaba quienes eran los ganadores de diferentes géneros periodísticos.