El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) exigió este lunes a gobiernos y empresas medidas para terminar con los “abusos” con programas espía, tras conocerse el supuesto uso del software israelí Pegasus contra periodistas.

La organización con sede en Nueva York reaccionó así a la investigación del consorcio de medios internacionales que ha revelado que Pegasus, creado por la empresa israelí NSO Group, ha sido utilizado por varios Estados para infiltrar teléfonos celulares de periodistas, defensores de derechos humanos y políticos opositores.

“Este informe muestra cómo los gobiernos y compañías tienen que actuar ahora para detener el abuso de este programa espía que está usándose evidentemente para minar las libertades civiles, no sólo contra el terrorismo y el crimen”, señaló en un comunicado Robert Mahoney, vicedirector ejecutivo del CPJ.

Mahoney subrayó que nadie debe tener poder sin restricciones para espiar a la prensa y menos aún Gobiernos conocidos por actuar contra periodistas con abusos físicos y represalias legales.

El CPJ ya había denunciado anteriormente el uso de programas espía para infiltrar los teléfonos de periodistas y había reclamado medidas legislativas para hacerle frente.

El Proyecto Pegasus es una investigación en la que han participado más de 80 periodistas de 17 organizaciones de medios de comunicación de 10 países, bajo la coordinación de Forbidden Stories, organización sin ánimo de lucro de medios de comunicación con sede París, y con el apoyo de Amnistía Internacional, que realizó análisis forenses de móviles para identificar rastros del software espía.

La empresa israelí NSO ha afirmado que su programa Pegasus fue diseñado para perseguir a criminales y terroristas y está restringido a un número limitado de gobiernos y agencias gubernamentales.

USADO PARA INFILTRAR A PERIODISTAS

Sin embargo, los datos difundidos revelarían que fue usado para infiltrar teléfonos celulares de periodistas de países como México, la India, Hungría y Marruecos.

La Federación Internacional de Periodistas (FIP) rechazó este lunes “frontalmente” todos los intentos de interferir en las comunicaciones privadas de los periodistas, como sucedió con cerca de 180 profesionales que fueron espiados con el software Pegasus, según una investigación.

La FIP recomienda a los periodistas extremar la vigilancia para proteger sus datos y pide a los Gobiernos que consagren en su legislación nacional la inviolabilidad de las comunicaciones de estos profesionales, según indicó la Federación en un comunicado.

La lista de los 180 periodistas espiados incluye a reporteros de medios de comunicación internacionales, así como a periodistas autónomos “que han sido blanco de regímenes que querían saber cuáles eran sus fuentes de información, socavar su trabajo y, en algunos casos, detener e impedir la publicación de sus reportajes”, según señaló la FIP.

Por estos motivos, la Federación aseguró que el uso del software Pegasus para espiar a periodistas “muestra la profunda vulnerabilidad de la libertad de prensa y cómo se está violando gravemente el derecho del público a estar informado”.

El presidente del grupo de expertos de la FIP en materia de vigilancia, Tim Dawson, advirtió de que el software Pegasus se está utilizando “como un algoritmo para socavar la democracia”.

Dawson explicó en el comunicado que los contactos confidenciales “son base fundamental del mejor periodismo, el que denuncia el despilfarro, la incompetencia y la corrupción”.

Por su parte, el secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, afirmó que una filtración como esta pone de manifiesto los peligros inherentes “a un programa tan potente”, por lo que sin una regulación sólida, “es inevitable que déspotas y censores accedan a nuestra información más íntima".

En este sentido, la FIP subrayó que la comunidad internacional debe inspeccionar y regular las organizaciones que suministran productos que tienen la capacidad de socavar libertades esenciales y críticas para la democracia.

Además, Bellanger destacó el trabajo del grupo de periodistas que ha dado a conocer los intentos irregulares de interferir en las comunicaciones privadas de defensores de los derechos humanos, opositores políticos, abogados, periodistas, diplomáticos y jefes de Estado.

La investigación publicada este domingo la llevó a cabo "The Washington Post" junto a otros 16 medios de comunicación, con la ayuda de Amnistía Internacional y la organización francesa sin ánimo de lucro Forbidden Stories.

LA ONU CONSIDERA "MUY ALARMANTE" EL ESPIONAJE

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, calificó hoy de "extremadamente alarmante" el espionaje a periodistas, activistas y políticos mediante el software israelí Pegasus, y pidió un uso muy limitado de este tipo de tecnología de vigilancia.

Las denuncias sobre el extendido uso de este software "parecen confirmar los peores temores acerca del abuso de tecnologías de vigilancia para minar los derechos humanos de la gente de manera ilegal", subrayó Bachelet en un comunicado.

La expresidenta chilena añadió que este tipo de medidas de control "sólo están justificadas en circunstancias muy definidas", que según Bachelet no se habrían tenido en cuenta en el caso del software Pegasus.

La alta comisionada recordó que ya en el pasado el uso de este tipo de tecnologías ha servido para "detener, intimidar e incluso asesinar" a periodistas y activistas de derechos humanos, colectivos que "juegan un papel indispensable en nuestras sociedades".