La crítica situación de violencia derivada del narcotráfico en México, especialmente en ciudades del norte como Culiacán, Sinaloa, no solo afecta a las comunidades locales, sino que también ha captado la atención internacional.

En este entorno, los periodistas enfrentan riesgos extremos al intentar mantener informada a la ciudadanía, enfrentándose a ataques y amenazas que ponen en peligro su vida y el derecho a la información.  

Andrea Miranda, directora de contenidos y transformación digital del grupo Debate, participó de manera virtual en un foro organizado por el medio catalán Diari ARA, donde destacó el papel crucial del periodismo en medio del caos. "No podemos dejar que nos gane el miedo", dijo Miranda.

En entrevista en línea con Esther Vera, directora de Diari ARA, Miranda explicó que los ataques reiterados contra medios de comunicación en México son un reflejo de la violencia y la intimidación que azotan a la prensa en regiones dominadas por el crimen organizado.

Estas agresiones no solo ponen en peligro la vida de los periodistas, sino que también afectan el acceso a información crucial para la sociedad.  

Por su parte, Vera subrayó las dificultades de ejercer el periodismo en Sinaloa, una región que calificó como "una de las capitales del tráfico internacional de drogas, el blanqueo de dinero y el crimen organizado". Además, señaló que los enfrentamientos entre cárteles han desolado la región durante los últimos meses.  

“México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, y Sinaloa es uno de los estados más peligrosos de México”, puntualizó Vera.  

Periodismo, pilar y ojos en tiempos de caos

A pesar de las adversidades, Miranda destacó la importancia del periodismo en contextos de violencia e incertidumbre. Explicó que los periodistas tienen la misión de informar a la ciudadanía sobre cómo protegerse, cuáles son las zonas de peligro y cuáles son los hechos que están ocurriendo.  

“En el caos, el periodismo es fundamental. Son los ojos de la ciudadanía”, enfatizó Miranda.  

Aunque el equipo de El Debate continúa trabajando, lo hace bajo estrictas medidas de precaución. “No podemos trabajar con miedo. Tienes que ponerlo en un segundo plano para poder seguir acompañando a una ciudad que quiere salir del caos”, agregó.  

Miranda también reconoció las limitaciones con las que operan los periodistas en regiones afectadas por el narcotráfico, donde muchas veces no existen condiciones óptimas para salir a la calle y reportar.  

La situación en Sinaloa y otras regiones de México pone de manifiesto no solo la resiliencia de los periodistas que arriesgan todo por informar, sino también la urgencia de generar un entorno seguro que permita a los medios continuar ejerciendo su labor sin amenazas ni violencia.