El uso del lenguaje impacta en nuestra forma de comprender y visibilizar las cosas, a lo largo del tiempo, la historia de las mujeres no había sido nombrada incluso su figura no era tomada en cuenta, apunta Claudia Guichard Bello, creadora del Manual no sexista de comunicación.

El manual busca brindar herramientas que permitan un cambio cultural que reduzca las asimetrías de género, considerando al lenguaje como un medio de sensibilización, inclusión y visibilización de las personas, según su identidad de género.

El lenguaje es una construcción social, expresa una compleja trama de dimensiones humanas que van desde lo cotidiano y práctico hasta lo simbólico, en el podemos encontrar experiencias, circunstancias históricas, asimetrías y desigualdades, señala Guichard.

A través del lenguaje se transmite la ideología, modos, costumbres y valores. En sociedades occidentales se utiliza el masculino como genérico, reduciendo así la realidad y produciendo un conocimiento sesgado.

La editora, docente y feminista, Guichard Bello, señala que a lo largo del tiempo, se ha ejercido un lenguaje androcentrista, donde lo masculino es el término genérico, por ejemplo, en los libros de biología aparece el cuerpo del hombre; al nombrar a la sociedad se nombra como “los oaxaqueños” o “los ciudadanos”, esto tiene impactos sociales, de acuerdo con la lingüista.

Las características del androcentrismo son la invisibilización y la exclusión. Por ejemplo, en las artes y las ciencias las obras de las mujeres eran invisibilizadas. En el caso de la exclusión, sus actividades no son tomadas en cuenta, se les ha relegado hacia el ámbito privado.

En manual es una guía de nueve capítulos que nos permite reflexionar sobre el lenguaje, y cómo su uso permea en la invisibilización y exclusión.

Para evitar un lenguaje sexista, Guichard Bello apunta que nuestra lengua nos proporciona recursos y alternativas que nos posibilitan nombrar al género, a diferencia de lo que dicho la RAE. Algunas de las alternativas que nos plantea la investigadora son:

-El desdoblamiento

-Uso de sustantivos comunes o epicenos

-Parafrasear para evitar el masculino genérico o buscar un sinónimo sin carga de género

-Agregar las palabras “mujeres y hombres”

-Agregar la palabra “personas”

-Emplear pronombres

-Modificar los verbos

-Omitir el masculino genérico

Hay que considerar que nuestra sociedad está conformada por hombres y mujeres, nombrarlas a cada una en el discurso no es redundante sino inclusivo, más en una sociedad democrática. En la búsqueda de una igualdad sustantiva en México, ha reeditado este manual, que puedes consultar aquí.