En un momento histórico en el que los regímenes autoritarios han perfeccionado la criminalización del periodismo a través del acoso judicial o instrumentalización de las leyes para coartar la libertad de prensa, 2026 se perfila como el año en el que el periodismo debe decidir si enfrenta el retroceso democrático en solitario o si sobrevive en colectivo.
José Carlos Zamora, director regional para las Américas del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), en su colaboración para Perspectivas 2026, el anuario de tendencias del Nieman Lab, lanza un llamado urgente desde su posición como defensor de la libertad de prensa y como hijo de José Rubén Zamora, periodista encarcelado injustamente en Guatemala: la solidaridad ya no es solo un valor, es una estrategia de supervivencia.
“A medida que los espacios democráticos se reducen y la desinformación se acelera, la respuesta no es menos periodismo, sino un periodismo más inteligente, más fuerte y colectivo".
Zamora advierte que los nuevos manuales de los autoritarios incluyen el uso del poder judicial capturado, la asfixia económica de medios independientes, la cooptación mediática y el borrado sistemático de la memoria colectiva.
Ante esa arremetida, la única respuesta eficaz es un periodismo más inteligente, más fuerte y radicalmente colaborativo, como lo llama la Nobel de la Paz, Maria Ressa.
Redes, no islas, como estrategia de seguridad
Zamora expuso que las iniciativas que articulan redes transfronterizas y locales, como la Red Latinoamericana de Periodismo en el Exilio, la Red de Asistencia Periodística y plataformas de apoyo a periodistas en riesgo, serán clave para este 2026.
Así, la colaboración entre reporteros jóvenes y veteranos, organizaciones civiles, plataformas tecnológicas y nuevas formas de financiamiento permitirán crear defensas compartidas ante la censura y la persecución.
Por otro lado, Zamora previó el giro de los financiadores de proyectos puntuales hacia el apoyo de infraestructuras permanentes consistentes en defensa legal, salud mental, archivos independientes, seguridad digital y espacios para el trabajo periodístico en el exilio.
Zamora ahonda en que lo que está en juego no es solo el futuro del periodismo, sino el derecho del público a entender a su comunidad y al mundo, por lo que consideró que "la velocidad con la que periodistas, medios y aliados decidan organizarse marcará el rumbo de la libertad de expresión y la democracia".



