El Pentágono impuso nuevas restricciones a los medios de comunicación que cubren asuntos de defensa en Estados Unidos, al exigir que toda información sea aprobada previamente por un funcionario competente antes de ser divulgada, incluso si no está clasificada.
La medida que encendió alertas entre organizaciones defensoras de la libertad de prensa, por considerarla una "amenaza directa al periodismo independiente".
El Departamento de Defensa notificó estos cambios a través de un memorándum entregado a la prensa, que estableció que los reporteros deberán firmar un compromiso de cumplimiento. De no hacerlo podrían perder su acreditación, según reportó la agencia AFP.
La disposición pone en riesgo el uso de fuentes anónimas comprobadas, herramienta fundamental del periodismo independiente.
“La información debe ser aprobada para su difusión pública por un funcionario competente antes de ser divulgada”, señala el documento, lo que limita la posibilidad de publicar información verificada que no cuente con autorización oficial.
Estas nuevas normas alcanzan tanto a información clasificada como a contenidos considerados "no clasificados pero controlados", lo que limita la información que puede hacerse pública.
Además, impuso limitaciones drásticas de movimiento dentro de las instalaciones del Pentágono, restringiendo el acceso libre a oficinas y pasillos, a menos que haya escolta oficial.
Amenaza al periodismo independiente
El National Press Club, una de las organizaciones periodísticas más reconocidas en Estados Unidos, emitió un comunicado calificando la medida como una "amenaza directa al periodismo independiente".
El comunicado señala que por décadas periodistas acreditados han informado sobre la forma en que se pelean las guerras, cómo se usa el dinero público y cómo se toman decisiones que comprometen vidas.
"Ese trabajo solo ha sido posible porque los reporteros podían buscar los hechos sin necesitar el permiso del gobierno", expresó la organización.
"Si las noticias sobre nuestro ejército deben ser aprobadas primero por el gobierno, entonces el público ya no recibe información independiente. Solo recibe lo que los funcionarios quieren que se vea. Esto debería alarmar a todos los estadounidenses”, ahondó.