El periodista salvadoreño Mario Guevara, recuperó la libertad el martes tras ser arrestado el 14 de junio mientras transmitía en vivo la protesta “No Kings” en las afueras de Atlanta y transferido cuatro días después a un centro de detención del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
El fallo del juez de inmigración fijó una fianza para el periodista de 7 mil 500 dólares.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) celebró el fallo, aunque expresó preocupación por la insinuación de que el trabajo del reportero constituye un riesgo público.
"Que Guevara fuera arrestado mientras ejercía sus derechos de la Primera Enmienda como periodista y posteriormente fuera detenido durante más de dos semanas por varios organismos encargados de hacer cumplir la ley, envía un mensaje alarmante a los medios de comunicación y ha silenciado efectivamente la cobertura de Guevara de su comunidad", expuso el organismo.
Asimismo, el CPJ pidió investigar a fondo las circunstancias del arresto.
Detenido por presunta obstrucción
El 14 de junio, Guevara, reportero galardonado con un Emmy y residente legal en Estados Unidos desde hace casi dos décadas, vestía chaleco identificado como “PRENSA” cuando fue detenido por presunta obstrucción y otras dos faltas menores.
Esos cargos fueron retirados el 25 de junio por falta de pruebas, pero ICE mantuvo la retención migratoria que lo llevó al centro de procesamiento de Folkston, Georgia.
Durante la audiencia de fianza, la fiscalía argumentó que la transmisión en directo de Guevara “comprometía la seguridad” de las fuerzas del orden y citó una fotografía de 2015, en la que aparece con un arma, para cuestionar su “peligrosidad”.
El juez descartó la evidencia.
Con 112 mil seguidores en su página de Facebook “MG News”, Mario Guevara cubre temas migratorios y asuntos de la comunidad latina en Georgia.
Su liberación pone fin, de momento, a un episodio que organizaciones de defensa de la libertad de prensa han considerado un precedente preocupante para la prensa en Estados Unidos, y en particular para los reporteros que no son ciudadanos estadounidenses.