“Por favor ayúdeme, periodista del pueblo para el pueblo”, así se manifestó la periodista Ana Dora ante el presidente Andrés Manuel López Obrador con pancarta en mano solicitando al mandatario que atienda la situación de violencia de la que aseguró ser víctima por parte del comunicador Omar Niño.

La pancarta tenía escrita la frase “por favor ayúdeme, periodista del pueblo para el pueblo”.

Al tomar la palabra, Ana Dora expresó su preocupación por las agresiones que dijo haber sufrido en contra de su trabajo y de su persona.

“Hay alguien que ha estado viniendo a la mañanera en repetidas ocasiones a tratar de ponerme en mal distorsionando la información. Esta persona es el reportero Omar Niño y he sufrido violencia de su parte; me ha humillado abiertamente, me ha menospreciado, ha menoscabado mi trabajo, mi trayectoria (...) yo no puedo competir contra eso, yo no estoy bajo reflectores, yo hago un periodismo hacia la gente, que no es bien remunerado”, denunció.

El presidente López Obrador le aseguró a Ana Dora que será atendida por la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, quien se encargará de revisar el caso y darle resolución.

Asimismo, la periodista independiente expuso que ha denunciado al presunto agresor, pero debido a que se encuentra bajo el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, el caso no ha proseguido: “dice que lo van a meter a la cárcel pero no dice que es por misoginia. Me ha dicho ‘chamaquilla que juega a ser periodista’ y se ha metido con mi sexualidad”, dijo.

MAYORÍA DE MUJERES PERIODISTAS HA SUFRIDO AGRESIONES

Casi dos de cada tres mujeres que trabajan en medios de comunicación han sufrido amenazas, abusos o intimidaciones en relación con su, alertó la Federación Internacional de Periodistas (FIP), y que publicó el semanario Proceso.  

De acuerdo con la FIP, los ataques que sufren estas mujeres provienen de "todas" las direcciones y han mencionado a sus colegas y jefes, fuentes informativas o usuarios anónimos de las redes sociales, que tienen mucho "poder".

Según las estadísticas de la FIP, casi el 65% de las trabajadoras de los medios de comunicación han sufrido intimidaciones, amenazas o abusos en relación con su trabajo, ya sea en línea o fuera de ella.

Estos ataques impactan en la libertad de expresión y llevan a las mujeres periodistas a autocensurarse, además de tener "consecuencias devastadoras" en el pluralismo y el derecho de la ciudadanía a saber, ya que muchas mujeres eligen no contar ciertas historias por miedo a recibir ataques o ser asesinadas. Asimismo, también tienen efectos sobre su bienestar y su vida personal.