El año 2020 será recordado como aquel en que el mundo detuvo su ritmo. Se volverán icónicas las imágenes de ciudades, habitualmente frenéticas, que en marzo de ese año quedaron desiertas. Pero los medios de comunicación no suspendieron sus actividades durante la pandemia de covid-19; al contrario, siguieron desarrollando sus tareas profesionales con más intensidad y demanda que en situaciones regulares debido a que el mundo entero necesitaba entender qué pasaba y saber cómo tenía que actuar.
De acuerdo con el estudio Transformaciones y aprendizajes de los medios de comunicación en la pospandemia elaborado por la ADEPA, los contextos laborales críticos determinaron condiciones de trabajo más duras para el periodismo, que implican transformaciones en la forma en que se debieron desempeñar los profesionales de la información. Los cambios en las condiciones laborales de los periodistas durante la pandemia de Covid-19 profundizaron tendencias que ya estaban en desarrollo, especialmente a lo que hace al deterioro de las condiciones laborales.
En México se mantiene como el país más peligroso para ejercer la profesión ya no en América Latina, sino donde más periodistas son asesinados entre los países en donde oficialmente no hay guerra. La pandemia significó un agravamiento de los problemas de siempre, según el informe.
En el estudio Transformaciones y aprendizajes de los medios de comunicación en la pospandemia se dan algunas directrices y algunos aspectos a mejorar frente a futuras crisis sanitarias, que junto con las conclusiones que se derivan del informe, pueden orientar los aprendizajes que dejan la pandemia a soluciones que pueden adoptar medios y periodismo