La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), alertó que las mujeres periodistas desplazadas sufren una triple presión: cuidar de sus familias, sostenerse con ingresos precarios y enfrentar acoso, en línea y fuera de ella, motivado por su género.
En su informe “Exilio de periodistas y libertad de expresión” la RELE expuso que entre 2019 y 2024 la ola de periodistas que huyen de su país se disparó en las Américas, sobre todo desde Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Instituciones democráticas debilitadas y violencia contra la prensa son algunos de los factores detrás de el exilio de la prensa, cuyo resultado, es una forma de censura que silencia voces críticas y priva a la sociedad de información esencial, subraya la RELE.
La RELE identifica además el cierre de los espacios cívicos a través de la instrumentalización del sistema de justicia para perseguir el ejercicio periodístico, aplicando leyes de seguridad nacional, difamación, delitos financieros, entre otras.
Obstáculos tras la frontera
El informe destaca los principales retos a los que se enfrentan los periodistas exiliados, entre los que destacan:
- Burocracia y papeles: trámites migratorios largos, requisitos imposibles y riesgo de deportación.
- Seguridad sin fronteras: amenazas físicas y digitales persiguen a las periodistas aun fuera de casa.
- Sostenibilidad en jaque: sin visas de trabajo ni reconocimiento de títulos, continuar informando se vuelve cuesta arriba.
- Impacto psicosocial: estrés, ansiedad y cargas familiares que rara vez se contabilizan.
Para abordar estos retos que viven los periodistas desplazados, la RELE insta a los Estados miembros de la OEA a:
- Crear visas humanitarias exprés para periodistas en riesgo y sus familias, con trámites simplificados.
- Reconocer la persecución por ejercer periodismo como causa específica para otorgar protección internacional.
- Garantizar la no devolución y facilitar la regularización migratoria cuando no haya estatus formal de refugiado.
- Financiar fondos de sostenibilidad para medios en el exilio y blindar su seguridad digital.
- Diseñar programas diferenciales para mujeres periodistas, que incluyan apoyo psicosocial, servicios de cuidado y medidas contra la violencia de género.
- Por su parte, instó a la comunidad internacional a reforzar protocolos de asistencia humanitaria y acuerdos regionales de reasentamiento.