Si la inteligencia artificial mata al periodismo, ¿de qué se va a alimentar para dar respuestas al público sobre la actualidad informativa? No es una duda capciosa. Ya hay algunos indicios sobre un posible desplazamiento tectónico masivo en el tráfico de Internet. Cada vez más, las búsquedas llevan a resúmenes noticiosos breves generados por chatbots de inteligencia artificial (IA) que van poblando el lugar principal de la pantalla.
Ese campo antes pertenecía a una lista de diez enlaces a sitios de noticias, quienes en los últimos años hicieron enormes esfuerzos de SEO para salir primeros en esa lista inicial. Era una cuestión de supervivencia, atraer tráfico y eventualmente lograr nuevos suscriptores.
Pero estas listas no solamente corren el peligro de quedar sumergidas debajo de los resúmenes y al fondo de la página, sino también terminar siendo redundantes.
Jon Passantino, editor ejecutivo de Status, escribió recientemente en su newsletter qué si la tendencia temida se consolida “las consecuencias para el periodismo podrían ser catastróficas”.
Eso fue antes de que Google, presionado por el éxito de chatbots IA de otras empresas, particularmente ChatGPT de OpenAI, anunciara el martes pasado que ya estaba inaugurando en Estados Unidos su servicio de búsquedas con un chatbot mejorado llamado AI Mode.
Sundar Pichai, CEO de Google y Alphabet, dijo que AI Mode es "una reinvención total de las búsquedas”, incluyendo una potencia de razonamiento más avanzada y búsquedas de cabo a rabo. Los overviews –resúmenes de Google – ya tenían 1500 millones de usuarios en 200 países.
Lo que los expertos sospechan es que los chatbots de IA, y la síntesis de la noticia, van a satisfacer la necesidad informativa de la mayoría del público antes de que lleguen a clickear en cualquier enlace. Es decir, a una situación de clic-cero.
"Cada vez más los usuarios quieren que las respuestas sean entregadas rápidamente, en un tono de conversación, teniendo en cuenta el contexto, en vez de recibir una lista ineficiente de diez enlaces azules”, dijo Tony Rubin, jefe de Copyright y Contenido de OpenAI, durante la reciente reunión de WAN-IFRA en Cracovia, Polonia, semanas atrás.
Lo peor de todo es que, con este esquema, los sitios noticiosos dejan de tener entidad frente al público, ya que sus obras originales quedan diluidas en los resúmenes de IA, y por eso, también sus marcas quedan reducidas si no anuladas en sus capacidades para generar lealtad.
El impacto inmediato, de todos modos, será directamente sobre el bolsillo de los sitios mediante una reducción del tráfico por recomendación y el ingreso de publicidad resultante. Lo que ya era un modelo de negocios colapsado para la mayoría de los sitios de noticias increíblemente está en vías de empeorar.
“Podríamos estar encaminándonos hacia una web post-búsqueda, donde el contenido no logra destacarse mediante palabras clave y fórmulas de clasificación, sino que es sintetizado y resumido por máquinas”, agregó Passantino en su newsletter. "En ese mundo, las casas editoriales corren el riesgo de volverse invisibles y sus modelos de ingresos verse trastocados".
Durante años y años los editores han puesto al SEO (search engine optimization) como una de las claves para lograr visibilidad en los resultados de búsquedas, las que se veían además como esenciales para el éxito en el ecosistema digital. El arte consistía en definir la combinación de palabras y frases que mejor se alineaban con la manera en la que el público buscaba información en Internet.
Nunca fue una panacea. El sistema dependía, en parte, del manejo de los algoritmos que filtraban a los contenidos, y estos cambiaban sorpresivamente por decisiones de redes y plataformas, provocando enormes turbulencias en el tráfico para los editores de noticias. Pero una cosa es turbulencia y otra el peligro de desaparecer.
En los últimos tiempos ha habido múltiples informes que analizaban cómo la gradual introducción de los resúmenes de AI están afectando no solamente la industria de los medios noticiosos, sino a todos los sectores que construyeron parte de su llegada al público alrededor del ecosistema de búsqueda.
El analista de medios Thomas Baekdal, en su newsletter de mayo, dijo al respecto: "Durante los últimos meses hemos visto varios estudios que intentaron cuantificar el impacto de las búsquedas de IA, o los resúmenes de búsquedas de IA, en las casas editoriales. Si bien estos datos no son en absoluto perfectos, señalan un patrón consistente que indica que la búsqueda de IA es muy perjudicial para nosotros”.
Hay muchas formas de medir impacto, pero lo esencial parece ser que cuando la respuesta a una búsqueda lleva primero a un resumen hecho por IA, hay una importante reducción de tráfico fuera del buscador pero derivado de sus recomendaciones.
Un estudio de Tollbit del último trimestre de 2024 mostró que los resúmenes provistos por chatbots de IA resultan en 97.5% menos tráfico derivado de referencias a los sitios de noticias, comparado con los resultados tradicionales con lista de hipervínculos.
Baekdal dice que este tipo de dato muestra que los chatbots ahora "raspan nuestros artículos, hacen que la IA los ‘reformule’ y luego publican eso en la parte superior de la búsqueda de Google”. Esta sustracción masiva, dice, ocurre a “cambio de muy poco tráfico en el sentido contrario”, o sea, a los editores.
Klaudia Jazwinska, coautor de un estudio sobre el tema para el Tow Center, dijo que el impacto de esta sustracción es particularmente fuerte para los pequeños medios locales, fuera de las grandes metrópolis, que generalmente son los únicos que hacen periodismo en su zona de influencia.
Uno de los entrevistados anónimos para el informe dijo que el contenido de esos medios "es realmente de gran valor" ya que suelen ser los únicos jugadores en esos rincones olvidados del mundo. Pero con la nueva realidad, “es muy poco probable que vayan a ver dinero” como resultado de su esfuerzo, a pesar del hecho de que el contenido entregado por la IA se originó en su periodismo, señaló el informante.
El dilema para los chatbots de IA y el negocio de redes y plataformas es que si son muy exitosos en esta estrategia, sus fuentes imprescindibles de materia prima podrían colapsar económicamente.
Ya hay extensas zonas del mundo y del país, como mostró este mapa sobre desiertos de noticias elaborado por Fopea y Google, donde ya no hay periodismo o existe en su formato más precario. Eventualmente, hay sitios de noticias generados íntegramente por IA. Según Newsguard, Estados Unidos ahora tiene más sitios generado por IA que por humanos.
Pero para la IA, la calidad del contenido disponible es clave, según un informe de la Oficina de Copyright de los Estados Unidos. "Como lo refleja el dicho ‘basura entra, basura sale’, los datos de entrenamiento de mala calidad pueden dar lugar a resultados de mala calidad", señaló el informe. También aplicaría la frase del abogado francés Anthelme Brillat-Savarin, de 1826, en sus reflexiones sobre gastronomía: “Dime lo que comes, y te diré lo que eres”.
Esto es particularmente relevante para las noticias. Los large language models (LLM) de la IA generativa tienen enormes bases de datos históricos a los cuales pueden recurrir para responder a consultas generales sobre los conocimientos acumulados de la humanidad. Pero estas bases de datos no sirven para temas noticiosos y la actualidad más reciente.
Por eso existe lo que se llama Retrieval-Augmented Generation (RAG) o Generación Mediante Recuperación Augmentada en la cual la IA sale de su base de datos y recurre a la información visible en Internet, como haría un humano, para responder a una búsqueda sobre un tema de último momento.
La Oficina de Copyright de los Estados Unidos señaló que los RAG han sido de particular preocupación para los medios noticiosos. “Los usuarios han demostrado que la IA generativa puede producir réplicas casi exactas de imágenes fijas de películas, personajes sujetos a derechos de autor o textos de noticias”, indicó. “Es probable que estos resultados infrinjan el derecho de reproducción y, en la medida en que adapten los originales, el derecho a preparar obras derivadas”.
De todos modos, no está nada claro qué impacto tendrá este informe nuevo de la Oficina de Copyright. La jefa de la oficina, Shira Perlmutter, fue despedida de su cargo por el presidente Donald Trump el día después de emitir el informe, que estaba en formato de pre-publicación.
Diego Garazzi, presidente de la comisión de Propiedad Intelectual de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) dijo en una reunión reciente que las empresas tecnológicas "aumentan su influencia a costa de quienes realmente generan la información. Nadie va a buscar la información a la fuente original. Lo que circula es lo que ya alguien creó”, afirmó, según un informe publicado por la propia entidad.
Garazzi, que además es asesor legal del diario La Nación de Buenos Aires, dijo que la empresa tiene 800 personas trabajando para asegurar que las noticias lleguen a los lectores, y reclamó que se respete el derecho de autor y que haya una compensación económica justa por el uso de la información.
Más allá de las preocupaciones puntuales del sector de los medios informativos, también hay preocupación sobre el concepto de “mercado de puntos de vista” que es un concepto clave de la libertad de expresión.
“La idea de que la IA es fuente única de la verdad es profundamente disruptiva”, dijo un ejecutivo de medios anónimos”, citado en un informe del Tow Center sobre el impacto de la IA en el periodismo. Y advirtió que con la IA, los “riesgos de sesgo, desinformación o monopolio, todos se vuelven mucho, mucho más grandes”.
El mismo informe habló de las preocupaciones sobre la capacidad de los chatbots de errar y alucinar, aún con los contenidos de los pocos socios que venden licencias para su uso con IA y tienen una vía de comunicación abierta con los dueños de dichos chatbots.
“Dado que estos temas también afectan a medios que no tienen acuerdos formales, hay dudas sobre el acceso y atención que será dado a medios fuera de círculo privilegiado de socios premium,” dijeron los autores del informe, Jazwinska y Peter Brown.
Esta es una columna de opinión de John Reichertz.
John Reichertz es consultor ejecutivo en América Latina de la Iniciativa de Autenticidad de Contenido, un esfuerzo colaborativo global contra la desinformación con más de 5 mil miembros. Trabajó como periodista más de 20 años en las agencias Reuters y UPI, como también en el diario The Intelligencer, de Wheeling, Oeste de Virginia. Más recientemente representó a empresas que proveen servicios de monetización a las redacciones digitales. Reside en Buenos Aires, escribe regularmente sobre el periodismo en el sitio Convercom.info. Durante seis años fue miembro de la junta directiva del Foro de Periodismo Argentino. Escribió la nota adjunta a título personal.