Durante la 81ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Martha Ramos, presidenta de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, presentó el informe sobre el estado de la libertad de prensa en las Américas donde destacó el deterioro de la libertad de expresión que amenaza los principios democráticos en el continente.
A partir de los informes semestrales entregados por los países miembros de la SIP, Ramos identificó cinco rasgos que marcan el periodo reciente, subrayando una “escalada sostenida y multifacética de presiones contra el periodismo”.
Entre los hallazgos más preocupantes se encuentran un crecimiento alarmante del acoso judicial como herramienta de censura del trabajo periodístico.
Ramos, directora editorial de Organización Editorial Mexicana (OEM), explicó casos como el de México, donde figuras legales como la “violencia política de género” o el “daño moral” se están utilizando para inhibir la crítica.
“El acoso judicial se consolidó como principal mecanismo de censura”. Se han documentado cierres de medios, vigilancia institucional, y demandas por daño moral usadas como instrumento de presión. Además, la opacidad y discrecionalidad en la asignación de publicidad oficial siguen distorsionando el ecosistema mediático.
En tanto en Panamá, Argentina, Perú y Brasil, proliferan demandas que buscan asfixiar económicamente a medios independientes o silenciar investigaciones, muchas veces sin aplicar el principio de real malicia.
Agregó que otro elemento que destaca en la región es el hostigamiento oficial y la estigmatización desde el poder.
“Desde Argentina hasta Canadá, pasando por Colombia, Ecuador y Costa Rica, líderes políticos han usado sus plataformas para descalificar y atacar verbalmente a periodistas”.
A este respecto expuso casos como el del presidente de Argentina Javier Milei, que ha promovido eslóganes como "no odiamos lo suficiente a los periodistas", o el uso del programa “Dato mata mentira” en Costa Rica, que muestran una creciente cultura de desprecio hacia la prensa.
Otro elemento de preocupación es la violencia física y amenazas en contra de periodistas.
Ramos destacó que Perú, Brasil, Haití, Bolivia y Honduras presentan un entorno cada vez más hostil, con asesinatos, ataques físicos, amenazas abiertas e incluso intentos de incitación al asesinato, como en el caso del alcalde de Lima contra Gustavo Gorriti.
En tanto, en países como Haití y El Salvador, el ejercicio del periodismo se ha vuelto prácticamente inviable sin medidas extremas de seguridad o desplazamiento forzado.
Además, Ramos expuso que continúa el uso arbitrario de la pauta oficial como premio o castigo.
Citó el caso de Costa Rica, donde el gobierno retuvo pagos a medios críticos durante ocho meses, y Argentina, donde se anunció la suspensión total de publicidad oficial.
En paralelo, Venezuela, Ecuador y Brasil han registrado ataques digitales coordinados, bloqueos informativos o eliminación de contenidos en redes sociales bajo pretextos legales.
Otro aspecto de gran consternación es la represión extrema y contextos de control absoluto en casos extremos como Nicaragua, Cuba y Venezuela, donde la represión sistemática ha provocado el cierre de redacciones, la encarcelación de periodistas, el exilio forzado y la censura total del espacio digital.
En Cuba, más de una docena de artículos legales permiten castigar a periodistas simplemente por ejercer su oficio.
Por otro lado, la presidenta de la comisión de la SIP destacó con preocupación el creciente deterioro del entorno hacia la prensa en Estados Unidos que va desde demandas multimillonarias contra medios y la amenaza de revocar licencias, hasta presiones para imponer revisión previa de publicaciones.
A este respecto Ramos advirtió que estas medidas podrían “convertirse en modelo para gobernantes autoritarios en la región”.
Nuevas estrategias de defensa
Ante el reto que representa el uso del aparato jurídico en arma de ataque y censura previa contra la prensa, Ramos señaló que los mecanismos tradicionales de protección ya no son suficientes, por lo que subrayó la necesidad de renovar las estrategias, incluyendo defensa legal especializada, monitoreo regional y mecanismos internacionales de presión ante estos retrocesos democráticos.
Ramos recordó que la SIP ha retomado el podcast "Periodismo en Riesgo" como un foro clave para analizar país por país las amenazas a la libertad de prensa.
“Desde la SIP seguiremos denunciando, alertando y acompañando a quienes enfrentan estos riesgos. La libertad de expresión no puede darse por sentada”, indicó.