Este 30 de mayo se cumplen 39 años del asesinato del periodista Manuel Buendía en la Avenida de los Insurgentes en la Ciudad de México.
Saliendo de su oficina, en el cruce de Insurgentes y Reforma, él iba abordar su coche y un sicario lo tomó de su gabardina para inmovilizarlo y le disparó en cinco ocasiones por la espalda, con una browning nueve milímetros.
El asesino material fue identificado como Rafael Moro Ávila, agente de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), el mismo agente llevó a conocer al autor intelectual, José Zorrilla Pérez, director de la DFS, al cual se le sentenció a 35 años de prisión, que cumplió en 2013.
El asesinato de Manuel Buendía es uno de los más emblemáticos ocurrido en el país, por tratarse de uno de los periodistas más reconocidos por la calidad de su información que revelaba hechos oscuros de la vida política, económica y social del país en su columna “Red Privada”.
En 1958 comenzó a escribir su columna más emblemática, Red Privada, apareció en los principales medios impresos del país: El Día, El Universal, y Excélsior, además de la mayoría de diarios foráneos, gracias a la distribución que realizaba la Agencia Mexicana de Información.
Fred Álvarez, periodista colaborador en La Silla Rota, resaltó que Buendía tenía 58 años de edad cuando su muerte cimbró al país entero.
Tras el asesinato, recordó Álvarez, el primer reportero que llegó fue Evaristo Corona, de La Prensa; después llegaron Raymundo Riva Palacio y Miguel Ángel Granados Chapa.
Antonio Zorrilla, director de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), la policía política, llegó a alterar la escena del crimen y sus agentes saquearon la oficina de Buendía.
¿QUIÉNES SABÍAN DEL CRIMEN ANTES DE COMETERSE?
Entre los presuntos involucrados destacan los nombres de Manuel Barlett Díaz, entonces titular de la Secretaría de Gobernación y actual comisionado Federal de Electricidad, así como el de Juan Arévalo Gardoqui, quien al momento del delito se desempeñaba como secretario de la Defensa Nacional.
El periodista Raymundo Riva Palacio publicó, en su columna Estrictamente Personal, que el asesinato de Buendía fue un crimen de Estado “porque Buendía tenía la intención de publicar en su columna Red Privada los vínculos del Ejército y de altos funcionarios del gobierno federal con el narcotráfico. El secretario de la Defensa, Juan Arévalo Gardoqui, convocó a una reunión donde se decidió el asesinato, que después fue fraguado por funcionarios de la Secretaría de Gobernación, proveedores de armas para el Ejército, Zorrilla Pérez y varios comandantes de la DFS”.
El periodista Héctor De Mauleón coincidió en un artículo en El Universal señaló que Zorrilla Pérez era brazo derecho de Bartlett Díaz.
Manuel Buendía
También fue profesor en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, impartiendo la materia de redacción periodística y de oficinas de prensa, y redacción, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) en la UNAM. Y entre los principales libros que publicó, bajo el sello de la editorial Océano, fueron: Red Privada (1981), La CIA en México (1983), La Ultraderecha en México (1984), Los Petroleros (1984).