En un contexto hemisférico marcado por amenazas a la libertad de expresión, Pierre Manigault, presidente del grupo de medios Evening Post Publishing, asumió la presidencia de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), con un llamado urgente a la solidaridad interamericana frente al avance del autoritarismo y el deterioro democrático.
Durante la clausura de la 81ª Asamblea General de la SIP, Manigault fue nombrado como el 73° presidente de la organización y pronunció un discurso transmitido en vivo desde Charleston, Carolina del Sur, en el que destacó que por primera vez en décadas, la prensa en Estados Unidos enfrenta ataques sistemáticos desde los niveles más altos del gobierno.
Desde demandas multimillonarias contra medios como The New York Times, The Wall Street Journal, CBS/Paramount y ABC/Disney, hasta amenazas abiertas de revocación de licencias a cadenas televisivas que “no favorecen” al presidente estadounidense, señaló Manigault.
“Declaraciones como estas evocan una retórica autoritaria más comúnmente asociada a los regímenes que la SIP ha denunciado durante décadas en otras partes del hemisferio”, afirmó.
Denunció que altos funcionarios han desacreditado públicamente a la prensa, calificando a periodistas como “enemigos del pueblo” y promoviendo un entorno hostil para el ejercicio del periodismo crítico. “Este es un terreno desconocido para los medios estadounidenses. Lo que antes creíamos garantizado por la Primera Enmienda, hoy está en entredicho”, señaló.
Alianza estratégica de Sur a Norte
El nuevo presidente de la SIP propuso una alianza estratégica entre los medios de América Latina y Estados Unidos para enfrentar juntos los embates del autoritarismo.
Reconoció que muchos medios del norte aún no perciben la magnitud del problema, pero advirtió que la experiencia de los medios latinoamericanos frente a censura, persecución judicial y campañas de difamación puede ser clave para resistir.
"Necesitamos el apoyo de las empresas de medios estadounidenses, y aunque quizá no lo sepan, ellos necesitan nuestro apoyo, nuestra experiencia, nuestro conocimiento en la lucha contra el autoritarismo"
Entre los logros destacados están la consolidación de la Red Latinoamericana de Periodismo en el Exilio (RELPEX), iniciativa que ofrece acompañamiento y herramientas a periodistas desplazados por regímenes represivos en Nicaragua, Cuba, Venezuela, El Salvador y Haití.
RELPEX, dijo Manigault “reafirma que el exilio nunca debe significar silencio”, y anunció nuevos recursos para expandir la red en los próximos años.
Plantean hoja de ruta para una SIP más fuerte y representativa
De cara al futuro, Manigault propuso una hoja de ruta ambiciosa para transformar a la SIP en un actor aún más influyente y representativo de la diversidad del ecosistema mediático. Entre las prioridades mencionadas destacan:
- Reafirmar la defensa de la libertad de prensa como misión central ante nuevas amenazas, tanto en regímenes autoritarios como en democracias debilitadas.
- Fortalecer las redes de apoyo a periodistas en riesgo, garantizando independencia y resiliencia.
- Impulsar la sostenibilidad del periodismo con innovación, nuevos modelos de negocio y una relación más equitativa con plataformas digitales.
- Promover una respuesta hemisférica contra la desinformación, aliándose con medios, academia, sociedad civil y sector privado.
- Ampliar la representatividad de la SIP, sumando a medios digitales, jóvenes periodistas y actores emergentes del ecosistema informativo.
- Profundizar las alianzas con instituciones internacionales y actores democráticos, asegurando que la defensa de la libertad de expresión siga siendo una prioridad compartida en los más altos niveles.
- Fomentar una cultura de solidaridad y aprendizaje compartido entre los miembros, para que las lecciones de un país fortalezcan la resiliencia y la preparación en toda la región.
“Nuestra misión es inquebrantable: defender el derecho de los ciudadanos a estar informados, porque sin prensa libre, no hay democracia”, subrayó.