En el marco del Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura, Reporteros Sin Fronteras (RSF) lanzó una alerta global sobre el uso persistente de la tortura como herramienta de represión contra periodistas. A través de una investigación basada en casos documentados en al menos una decena de países, la organización denuncia la impunidad con la que operan los responsables, así como el incumplimiento sistemático de la Convención de la ONU contra la Tortura, firmada por 175 Estados.
Desde Ucrania hasta Irán, pasando por Gaza, Venezuela, China y Egipto, el informe muestra cómo la violencia ejercida contra periodistas —ya sea en contextos de secuestro, detención arbitraria o desaparición forzada— incluye agresiones físicas, violencia sexual, privación de atención médica y tortura psicológica prolongada. En algunos casos, esta violencia ha derivado en la muerte de periodistas bajo custodia, sin que existan investigaciones independientes ni responsables sancionados.
“El silencio de los Estados no solo es alarmante, es cómplice”, denunció Antoine Bernard, director de Incidencia y Asistencia de RSF. La organización ha presentado ya varias denuncias ante la Corte Penal Internacional por crímenes cometidos contra la prensa en contextos de guerra o represión política.
Entre los casos destacados están el de la periodista ucraniana Victoria Roshchyna, muerta tras más de un año en una prisión rusa; el del periodista birmano Myat Thu Tun, hallado con signos de tortura; y el del comunicador venezolano Jesús Medina, brutalmente agredido tras su desaparición. También se documentan torturas sistemáticas en prisiones chinas y bielorrusas, y situaciones extremas de violencia sexual contra mujeres periodistas detenidas en Irán.
RSF subraya que la tortura contra periodistas no es un hecho aislado, sino una práctica extendida que busca silenciar la libertad de prensa. La organización exige que los Estados cumplan sus compromisos internacionales, garanticen la protección efectiva de periodistas y sancionen a los responsables de estos crímenes.