La cadena australiana ABC fue excluida esta semana de la conferencia de prensa conjunta entre el presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro británico, Keir Starmer, en Reino Unido.

La decisión se dio días después de que el editor para América de la emisora, John Lyons, cuestionara públicamente a Trump sobre sus negocios durante un evento en Washington D.C.

De acuerdo con el diario The Guardian la medida se atribuyó a “razones logísticas”, sin embargo, la exclusión de ABC generó inquietudes en torno al acceso equitativo de los medios a eventos oficiales y al posible uso de criterios políticos para limitar la presencia de periodistas críticos.

La oficina de ABC en Londres confirmó al diario The Guardian que fue notificada por Downing Street, residencia oficial del Primer Ministro del Reino Unido, que su acreditación para asistir a la rueda de prensa había sido retirada debido a limitaciones de espacio. 

La cadena sigue acreditada para cubrir otras actividades oficiales, incluido el almuerzo entre Trump y Starmer, pero quedó fuera del evento principal con medios.

Tanto voceros del gobierno británico como representantes de la Asociación de Prensa Extranjera (FPA, por sus siglas en inglés) negaron cualquier represalia directa contra ABC y aseguraron que el cambio de ubicación del evento, de exterior a interior, redujo la capacidad disponible, afectando a varios medios internacionales. 

Según reportes, diez de los quince medios extranjeros inicialmente acreditados fueron reubicados en una sala adyacente sin acceso directo a la conferencia.

“No se nos ha dado ninguna indicación de que esto esté relacionado con las preguntas formuladas al presidente Trump por el editor de ABC Americas, John Lyons, a principios de esta semana”, afirmó un portavoz de ABC.

No obstante, la exclusión ocurre en un contexto global de creciente preocupación por las restricciones al trabajo de la prensa.