La violencia contra la prensa en América Latina continua escalando, pues en lo que va del año quedaron superados los asesinatos de periodistas, destacando la letalidad en México con cerca de 2 muertes por mes, de acuerdo con Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Según el último balance de RSF, entre enero y la primera quincena de julio de 2025, al menos trece comunicadores fueron asesinados por causas presumiblemente vinculadas a su labor en Latinoamérica, una cifra que rebasa los nueve casos documentados en todo 2024.

México ocupa el primer lugar mundial con ocho homicidios en siete meses, que equivalen a casi dos por mes. 

Los casos abarcan desde el Estado de México hasta Sonora y tienen el patrón común de que todos los periodistas trabajaban en medios locales digitales o comunitarios y cubrían temas de crimen organizado, corrupción o inseguridad.

Calletano de Jesús Guerrero (Edomex) y Alejandro Gallegos León (La Voz del Pueblo) fueron baleados en enero.

En marzo, los guanajuatenses Kristian Uriel Zavala y Raúl Irán Villarreal cayeron mientras investigaban desapariciones.

José Carlos González Herrera de Guerrero, fue acribillado en Acapulco en mayo.

Entre junio y julio se sumaron Salomón Ordoñez de Puebla, Ángel Sevilla de Sonora, Melvin García de Quintana Roo y Ronald Paz Pedro de Guerrero.

Llamado urgente ante el panorama regional

Artur Romeu, director de RSF para América Latina, calificó la tendencia en la región como “un grave deterioro de las condiciones de seguridad para la profesión” y exigió a los Estados “reforzar los mecanismos de protección, combatir la impunidad y demostrar voluntad política real”.

Además de México, RSF documentó en 2025 la muerte de:

  • 2 periodistas en Perú
  • 1 en Colombia
  • 1 en Guatemala
  • 1 en Ecuador

La mayoría investigaba crimen organizado, asuntos ambientales o corrupción local; varios habían recibido amenazas y dos contaban con escoltas oficiales en el momento del ataque.

En este sentido, la organización pidió mecanismos preventivos eficaces y recursos suficientes; investigaciones independientes, rápidas y exhaustivas; y protección diferencial para reporteros de medios locales y comunitarios.