En un nuevo intento por apoyar a la sociedad civil cubana, el gobierno de Estados Unidos ha reafirmado su compromiso con la expansión del acceso a internet en la isla, al considerarlo un canal clave para promover la libertad de expresión y los derechos humanos.
El Departamento de Estado anunció una serie de iniciativas enfocadas en ampliar las oportunidades de conectividad para los ciudadanos cubanos.
A través de fondos y alianzas estratégicas, Washington busca contrarrestar las limitaciones impuestas por el régimen, que mantiene un estricto control sobre la red y utiliza los cortes de internet como herramienta de censura, especialmente durante protestas o manifestaciones sociales.
"El acceso libre y abierto a la información es esencial para cualquier sociedad", destacó un portavoz del Departamento de Estado, al subrayar que esta estrategia forma parte de una política más amplia de apoyo a los pueblos que enfrentan regímenes autoritarios.
Las medidas se dan en un contexto marcado por el creciente uso de herramientas digitales por parte de activistas, periodistas independientes y ciudadanos que, pese a la represión, utilizan las redes sociales para denunciar abusos y exigir cambios.
Sin embargo, los altos costos de conexión, la infraestructura limitada y los bloqueos gubernamentales siguen siendo obstáculos significativos.
Desde hace años, organizaciones de la sociedad civil y grupos de exiliados han pedido a Washington acciones más concretas para apoyar la conectividad en la isla.
Ahora, con esta renovada apuesta, Estados Unidos busca facilitar no solo el acceso a internet, sino también proteger a quienes lo utilizan como medio para ejercer sus libertades fundamentales.
Aunque el gobierno cubano no ha reaccionado oficialmente al anuncio, históricamente ha calificado estas iniciativas como parte de una agenda injerencista.
No obstante, para muchos dentro y fuera de la isla, el acceso a la información sigue siendo una de las herramientas más poderosas para impulsar el cambio.