Los márgenes de la libertad de prensa en este país se han ido estrechando en los últimos 15 años. A principios del siglo XXI se vivió una época de efervescencia libertaria y de apertura, pero poco a poco se ha ido moldeando una práctica que tiene a los periodistas contra la pared.
El estado de la libertad de prensa es desolador y casi inexistente, revela el periódico El Mundo. Si se compara con hace 15 o 20 años, es un país diferente.
“Entonces había una prensa independiente, tenía muchas dificultades y enfrentamientos con las autoridades, había juicios, intimidaciones, pero la autocensura no ganaba la partida como sucede ahora. Había periodistas independientes y yo era uno de ellos, habíamos muchos, había publicaciones independientes, informábamos sobre Palacio, la seguridad, el manejo de la economía”, recuerda este periodista al tiempo que a sus coberturas siguieron amenazas de muerte.
![“Matar moralmente a periodistas críticos”, el arma del gobierno para censurar](https://alianzademedios.blob.core.windows.net.optimalcdn.com/images/2023/02/02/una-captura-de-pantalla-de-un-celular-040c07b6.jpeg)
El país del que se habla es Marruecos. Human Right Watch recuerda cómo ha cambiado el país en los últimos años en materia de derecho a la libertad de expresión y de prensa. Ahmed Benchemsi, director de comunicación de la organización para los países de Oriente Medio y norte de África también recuerda sus momentos como periodista hasta que fue amenazado de muerte y acusado de falta de respeto al rey.
Actualmente hay tres periodistas encarcelados, pero ninguno por temas de límites a la libertad de expresión, sino por trata de personas y delitos sexuales o “espionaje”.
El Parlamento Europeo aprobó una resolución crítica sobre la sombría situación de los periodistas independientes y se le pide a Rabat, la capital, que haya juicios justos y respeto a la libertad de expresión. Esta fue la primera vez que la Eurocámara sanciona a Marruecos.
Ahmed Benchemsi detalla que las autoridades mandan el mensaje de que “no se andan con tonterías” y sus tácticas incluyen juicios injustos y penas carcelarias largas.
Los destinatarios son lo mismo periodistas independientes que blogueros, raperos o youtubers. Las acusaciones de índole sexual son usadas para personas conocidas y una forma para destruir la reputación del periodista.
“Matarlos moralmente, destrozar su reputación par que nadie los defienda”, acusa.