Frente a la Embajada de Estados Unidos, en la ciudad de México, las organizaciones Propuesta Cívica, Reporteros Sin Fronteras (RSF), y Artículo 19, se unieron al semanario Ríodoce y a familiares de Javier Valdez Cárdenas para recordar al periodista y exigir la extradición de Dámaso López Serrano, alias “El Mini Lic”, señalado como autor intelectual del homicidio.
“Con ese atroz crimen quisieron apagar la voz de Javier; lograron detener su pluma, pero terminaron amplificando sus palabras y fortaleciendo el periodismo crítico. Hoy Javier vive en las muchas voces que continúan informando”, dijo Griselda Triana, esposa de Javier Valdez Cárdenas.
Durante la ceremonia, realizada a ocho años de que Valdez fuera abatido en Culiacán, la abogada de la familia, Sara Mendiola, subrayó que, aunque dos ejecutores materiales ya han sido sentenciados, sigue pendiente llevar ante los tribunales a Dámaso López Serrano.
“A ocho años seguimos exigiendo justicia para el caso de Javier Valdez, a pesar de las sentencias que se han logrado contra los autores materiales del crimen, sigue un responsable pendiente de llevar ante los tribunales de justicia en México, nos referimos a Dámaso López Serrano”, indicó Mendiola.
Los asistentes entregaron una carta al gobierno estadounidense en la que advierten que “la posibilidad de que El Mini Lic rinda cuentas sigue siendo incierta”, pese al tiempo transcurrido.
El documento enfatiza que Valdez fue asesinado “por informar a la sociedad mexicana” y reclama la cooperación de Washington para completar el proceso judicial en México.
Javier Valdez, cofundador del semanario Ríodoce, se distinguió por su cobertura de la violencia generada por el crimen organizado en Sinaloa.
Autor de ocho libros, entre ellos “Narcoperiodismo” y “Miss Narco”, colaboró además con la agencia AFP y fungió como corresponsal de La Jornada.
Su labor recibió reconocimientos internacionales, incluido el Premio Internacional a la Libertad de Prensa del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) en 2011.
En el juicio contra uno de los sicarios se estableció que el ataque se motivó directamente por su trabajo periodístico, un precedente que refuerza la demanda de las organizaciones.