Conmemoramos siete años del asesinato del periodista Javier Arturo Valdez Cárdenas, en Culiacán, Sinaloa, manteniendo la exigencia de que su crimen no quede impune.
Javier Valdez fue fundador del semanario Río Doce del estado de Sinaloa, y fue asesinado el 15 de mayo de 2017 en Culiacán.
El periodista, autor de ocho libros y conocido como el gran cronista del narco en Sinaloa, recibió varios premios internacionales por abordar y documentar en sus reportajes y publicaciones la violencia del crimen organizado en el país.
También fue colaborador de la agencia AFP y corresponsal del diario La Jornada.
Durante el juicio contra uno de los autores materiales, se estableció que el crimen estuvo motivado por su trabajo periodístico.
Pide SIP pleno acceso a justicia
En el marco de su campaña "Voces que reclaman justicia”, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) exigió justicia para que las autoridades mexicanas enjuicien a todos los responsables y que no permanezca impune el asesinato del periodista que denunciaba actividades del crimen organizado, el narcotráfico y la corrupción política.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, pidió a las autoridades mexicanas "cumplir con su responsabilidad de continuar el proceso y las diligencias para garantizar el pleno acceso a la justicia, a fin de que todos los responsables, incluyendo los autores intelectuales, sean juzgados por este crimen".
Dos autores materiales del asesinato fueron condenados: Heriberto Picos Barraza, a 14 años de prisión, en febrero de 2020, y Juan Francisco Picos Barrueta, a 32 años, en junio de 2021. Un tercer acusado, Luis Ildefonso Sánchez Romero, fue asesinado en septiembre de 2017.
Según la Fiscalía General de la República (FGR), el asesinato habría sido ordenado por Dámaso López Serrano, alias "Mini Lic", uno de los líderes del cartel de Sinaloa, señalado como responsable intelectual. En enero de 2020 se emitió una orden de aprehensión en su contra.
López Serrano se convirtió en testigo colaborador de las autoridades de Estados Unidos y está en libertad condicionada en ese país, tras ser condenado a cinco años de prisión por narcotráfico. También se ha pedido su extradición para que sea juzgado en México por el asesinato de Valdez.