La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) advirtió que el plan del gobierno de Estados Unidos de acotar la vigencia de visas y permisos de trabajo de corresponsales extranjeros podría abrir la puerta a presiones y censura indirecta.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), bajo la administración del presidente Donald Trump, presentó el 28 de agosto una propuesta para limitar la estancia de periodistas extranjeros a 240 días, con posibilidad de una prórroga por un período similar, sujeta a un escrutinio riguroso.

La medida eliminaría la extensión indefinida de los permisos actualmente posible y se enmarca en un paquete que también impacta a estudiantes y visitantes de intercambio, con el argumento de atender riesgos de seguridad y presunto “abuso de visados”.

José Roberto Dutriz, presidente de la SIP, señaló que la iniciativa “introduce una incertidumbre permanentesobre la permanencia de los corresponsales extranjeros, incentiva la autocensura y desalienta coberturas críticas hacia el gobierno de Estados Unidos”.

Agregó que adoptar prácticas restrictivas similares a las que Washington ha criticado en regímenes autoritariosdebilita su autoridad moral” en el ámbito internacional.

En tanto, Martha Ramos, presidenta de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, advirtió que se trata de “otra forma de limitar el acceso a la información y acallar la crítica internacional”, con el riesgo de medidas de represalia de otros países contra periodistas estadounidenses.

La SIP se sumó al Reporters Committee for Freedom of the Press (RCFP) y a 36 organizaciones de medios para solicitar al DHS que retire la propuesta.

El DHS informó que la propuesta se encuentra en consulta pública y que se reciben comentarios en línea hasta el 26 de octubre en el portal oficial del Departamento.