Tras las revelaciones sobre espionaje a periodistas a través del programa Pegasus, organizaciones internacionales se unieron para condenar estas prácticas, entre ellas, Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).

"Los países democráticos deben hacerse cargo de este caso especialmente grave, determinar los hechos y sancionar a los responsables", afirmó  en un comunicado Christophe Deloire, secretario general de RSF.

Deloire añadió que la organización acudirá a la justicia en algunos países en función de cómo se desarrollen los acontecimientos.

"Invitamos a los periodistas y medios afectados a acudir a RSF para unirse a la respuesta judicial necesaria tras las revelaciones", agregó Deloire.

Por su parte, CPJ exigió  a a Gobiernos y empresas implementar medidas para terminar con estos “abusos”.

“Este informe muestra cómo los Gobiernos y compañías tienen que actuar ahora para detener el abuso de este programa espía que está usándose evidentemente para minar las libertades civiles, no sólo contra el terrorismo y el crimen”, señaló Robert Mahoney, vicedirector ejecutivo de la organización.

Mahoney agregó que nadie debe tener poder sin restricciones para espiar a la prensa, en especial cuando se trata de Gobiernos conocidos por actuar contra periodistas.


LOS HECHOS

Un grupo de medios internacionales reveló que al menos 180 periodistas de 20 países han sido víctimas de espionaje por países que han comprado el programa a la empresa israelí NSO.

La compañía afirma que su programa Pegasus fue diseñado para perseguir a criminales y terroristas y está restringido a un número limitado de Gobiernos y agencias gubernamentales.

Sin embargo, los datos revelan que el programa fue usado para espiar los teléfonos celulares de periodistas de países como México, India, Hungría y Marruecos.

Tanto CPJ como RSF habían advertido sobre estas prácticas anteriormente. CPJ había reclamado medidas legislativas para hacer frente al uso de programas espía para infiltrar teléfonos de periodistas.

Por su parte, RSF ya se había referido a NSO como una compañía "depredadora digital" de la libertad de prensa y participó en la demanda de WhatsApp en Estados Unidos contra la empresa.