En la apertura de la Reunión de Medio Año de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), José Roberto Dutriz, presidente de la SIP, señaló que el avance de la desinformación en la región y la adopción responsable de la Inteligencia Artificial en el periodismo son de los mayores retos que enfrentan los medios en Latinoamérica. 

En su intervención subrayó que las mentiras “viajan a una velocidad que los hechos no pueden igualar” y que reconstruir la confianza del público exige redacciones sólidas y un esfuerzo colectivo de verificación de datos. 

En este sentido, anticipó que la organización impulsará estándares de calidad informativa y programas de transparencia editorial “capaces de combatir con eficacia este flagelo en beneficio de la democracia”.

Por otra parte, Cristina Tardáguila, fundadora de la Agencia Lupa de Brasil, abordó el papel de la inteligencia artificial como herramienta para defender la verdad. 

Tardáguila presentó un estudio según el cual entre marzo de 2023 y febrero de 2024 solo se registraron 509 verificaciones profesionales que involucraran contenidos generados con IA, lo que equivale a poco más de un caso por día. 

“La intersección entre IA y desinformación todavía es manejable, pero está creciendo”, afirmó. 

A su juicio, 2024 funcionó como “laboratorio electoral”, y aunque no hay evidencia de que la IA haya alterado resultados de comicios, sí se multiplicaron los experimentos con audios, imágenes y avatares falsos.

Por su parte, Ana Paula Valacco, de Journalism AI, defendió el uso responsable de la inteligencia artificial en las redacciones, siempre que existan guías éticas y supervisión humana. 

Señaló que esta tecnología puede acelerar la verificación, analizar tendencias y liberar tiempo para reporteo de profundidad, algo crucial en un contexto de crisis financiera y de confianza en el periodismo.

Tardáguila anunció, además, la próxima puesta en marcha de Global Fact-Checking Chatbot, un asistente construido por 87 organizaciones que reunirá chequeos de todo el mundo con el fin de detectar narrativas engañosas en tiempo real.

Una red social sin poder gubernamental

Por su parte, la abogada colombiana Catalina Botero, exintegrante del Consejo de Supervisión de Meta, conversó con Martín Etchevers, directivo del Grupo Clarín de Argentina, sobre la concentración de poder en las grandes plataformas tecnológicas. 

Botero sostuvo que estas empresas, sin supervisión real, pueden decidir qué contenido amplificar y cuál silenciar, favoreciendo intereses ajenos a los valores democráticos. 

Asimismo, advirtió sobre el uso de bots, microsegmentación y deepfakes para diseñar campañas de desinformación que inducen a los electores a actuar contra su propio interés. 

Ante ese escenario, propuso la creación de una red social global de servicio público, interoperable y gestionada con criterios de transparencia, donde los medios de comunicación reciban una retribución justa por la circulación de sus contenidos.