Para revertir la creciente desconfianza en los medios y el avance de la desinformación, expertos sugieren a los medios establecer mecanismos de autorregulación que contemplen la transparencia y rendición de cuentas, una  política de corrección de errores rigurosa, y mayor implicación de los defensores de audiencias en la mediación entre los medios y el público.

En el Informe 'Desinformación y confianza en los medios: propuestas de actuación' publicada en la revista científica Index Comunicación, los autores señalan que estas medidas sentarían las bases de una futura regulación gubernamental. 

Sobre la percepción de los medios, explican que la confianza de la ciudadanía en el valor de la información que proveen, no solo depende de la calidad en términos de veracidad, complejidad y relevancia, sino también de si percibe que es útil personal y colectivamente, y le ayuda a entender la complejidad de lo que ocurre.

Ramón Salaverría, Ingrid Bachmann y Raúl Magallón-Rosa, indican en el informe que en general en situaciones de máxima intensidad informativa e incertidumbre, como la pandemia o los conflictos bélicos de los últimos años, el papel de los periodistas y los medios de comunicación ha sido valorado de forma positiva.

Confianza débil en la esfera política

Por otro lado, los académicos señalan en el Informe que la confianza de los medios de comunicación se ha visto debilitada de forma más significativa en la relación entre medios de comunicación y los actores políticos, y en la mediación que ejercen las redes sociales y las plataformas.

Explican que la percepción de que los medios están subordinados a la agenda de los partidos políticos, "en un contexto de campañas políticas casi permanentes", ha hecho que la confianza en la información política tradicional sea cuestionada, y desplazada hacia otros espacios de consumo.

Los autores exponen que la intersección entre la desinformación, la información errónea y la confianza en los medios periodísticos contemporáneos es una de las cuestiones más relevantes para medir la democracia de las sociedades por lo que consideran necesario encontrar consensos más amplios de acción e intervención que faciliten respuestas coordinadas en estos temas.