América Latina y el Caribe es la región más afectada por el recorte de alrededor de 150 millones de dólares de fondos anuales del USAID dirigido a medios de comunicación por el presidente Donald Trump, pues de 2020 a 2024, el 75% de estos recursos se destinó a medios en la región.

De acuerdo con el informe 'Periodismo en crisis, el impacto de los recortes al financiamiento a los Medios globales', de Internews, al menos 60 redacciones de 22 países ven peligrar 450 proyectos esenciales relativos a la cobertura de derechos humanos, corrupción y crimen organizado.

En México ya se sienten los efectos, pues la suspensión de recursos frenó el trabajo de una red nacional dedicada a formar a reporteros jóvenes en periodismo de investigación y seguridad digital. Sin ese respaldo, proveniente en su mayoría de USAID, la organización podría cerrar antes de fin de año.

Además, los fondos estadounidenses son clave para sostener iniciativas transfronterizas que cotejan datos de migración, crimen y corrupción a ambos lados de la frontera.

Con la partida congelada, proyectos colaborativos con redacciones de EU también quedan en pausa, debilitando la capacidad regional para investigar redes criminales compartidas y flujos de armas.

América Central es fuertemente golpeada

En América Central y del Sur, las afectaciones son marcadas, ya que los recortes imponen importantes riesgos legales y de seguridad al personal de los medios de comunicación y de la sociedad civil.

Como un ejemplo, tras los recortes, han surgido campañas de desinformación en varios países, que retratan el apoyo internacional como interferencia extranjera.

Con los recortes, en El Salvador, se reportan cuatro medios cerrados y otros con recortes de 70% en ingresos; en Cuba, la pérdida de 9.7 millones de dólares amenaza a más de una docena de portales independientes; en Nicaragua los fondos de medios exiliados son afectados; y en Costa Rica las redacciones reducen 20% de su personal y los salarios a la mitad.

Por otro lado, grupos de monitoreo como Fundamedios en Ecuador, y el Instituto Prensa y Sociedad temen clausura total en 2025; mientras que centenares de poblaciones indígenas pierden servicios informativos fundamentales, abriendo espacio a la desinformación.

Repercuciones importantes

Entre las consecuencias inmediatas de estos recortes se encuentran:

  • Cierres y despidos: salas de redacción reducidas o cerradas en siete países.
  • Vacíos de información: retroceso en cobertura de salud, ambiente, crimen y derechos humanos.
  • Mayor vulnerabilidad: periodistas sin seguridad digital, asesoría legal ni redes de apoyo quedan expuestos a litigios y violencia.
  • Narrativas autoritarias: gobiernos y actores hostiles presentan el financiamiento exterior como “injerencia”, intensificando campañas de desinformación y estigmatización.

El informe de Internews expone que si bien los medios afectados buscan ampliar sus ingresos mediante crowdfunding, cursos comerciales y alianzas con ONGs pro democracia, el boquete financiero que dejan los recortes estadounidenses es demasiado grande para cubrirlo sin apoyo estratégico a largo plazo.