En más de tres décadas han sido asesinados o han desaparecido 237 periodistas. Y en todos estos años hay cinco estados que concentran la mayor cantidad de casos y en su mayoría no han sido resueltos.

Organizaciones nacionales e internacionales que defienden derechos humanos consideran a México uno de los países más peligrosos para los periodistas. Y es que de 1984 y hasta julio del 2021, en promedio cada mes seis informadores han sufrido un ataque violento, y aunque no en todos los casos su asesinato o desaparición tiene que ver con su profesión, la ausencia de justicia hace imposible determinar, en cada uno, las causas que lo provocaron.

Estas son las cinco entidades más peligrosas:

1. VERACRUZ

De acuerdo con las cifras de desapariciones y asesinatos de periodistas, Veracruz es el estado más peligroso del país para los comunicadores.

La Alianza de Medios Mx registra 32 casos de violencia de estos tipos. De ellos, seis son desapariciones y 26 son asesinatos. Entre ellos, los periodistas desaparecidos son Jesús Mejía Lechuga (2003), Evaristo Ortega Zárate (2010), Manuel Gabriel Fonseca Hernández (2011), Manuel Figueroa Fonseca Hernández (2011), Miguel Morales Estrada (2012) y Sergio Landa Rosado (2013).

Uno de los casos recientes de asesinatos en Veracruz es el del periodista Julio Valdivia Rodríguez (2020), quien escribía sobre temas policiales y de violencia. El periodista incluso había recibido algunas medidas de protección del mecanismo local, luego de que uno de sus compañeros, Armando Saldaña Morales (2015) también fuera asesinado.

Saldaña escribía sobre temas de corrupción, y uno de sus últimos reportajes fue sobre el presunto robo de productos petrolíferos de oleoductos de Pemex por parte de miembros del crimen organizado, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).

2. GUERRERO

El segundo lugar lo ocupa Guerrero, con un total de 25 casos registrados. Hay un periodista desaparecido, Marco Antonio López Ortiz (1997), y 24 que han sido asesinados en el estado.

Entre estos periodistas asesinados se encuentra Leslie Ann Pamika Montenegro Real (2018), quien administraba una página en la que criticaba a las autoridades y la violencia en el puerto de Acapulco.

También está el caso de Cecilio Pineda Brito (2017), quien habría recibido amenazas y sufrido intentos de asesinato debido a su trabajo denunciando al narcotráfico y al crimen organizado.

3. TAMAULIPAS

En total, se registran 22 casos en el estado de Tamaulipas. Uno de los periodistas, Miguel Ángel Domínguez Zamora (2010), está desaparecido, y los 21 restantes fueron asesinados.

Algunos de los casos son el de Francisco Arratia Saldierna y Roberto Mora García, ambos ocurridos en 2004. Ambos casos continúan abiertos y se desconoce con exactitud el motivo de los asesinatos, pero toda la información disponible indican que se trata de ataques producto de su actividad profesional.

Los dos periodistas no aceptaron dinero de los criminales y publicaban información sobre corrupción, abusos y registraban la presencia de los grupos criminales.

4. OAXACA

Oaxaca ocupa el cuarto lugar en cuanto a estados peligrosos para ejercer el periodismo, con un total de 19 casos, todos ellos son asesinatos. En la entidad destaca que varios de estos ataques han sido cometidos contra miembros de las radios comunitarias, que son la forma más importante de comunicación entre las comunidades.

Entre los casos se ubican los de Armando Saldaña Morales (2015) y el de Agustín Pavia Pavia (2016). Ambos comunicadores reportaban sobre temas delicados. En una entrevista con la organización Artículo 19, la abogada del también fallecido periodista Salvador Olmos García (2016) dijo que Pavia “estaba muy ligado a los grupos de defensa contra la minería y a favor del medio ambiente”.

Saldaña, por su parte, “era un periodista muy frontal, daba información veraz muy fuerte, no se mordía la lengua”, de acuerdo con sus compañeros.

5. CHIHUAHUA

El quinto lugar lo ocupa el estado de Chihuahua, con 17 casos registrados. Todos son de periodistas asesinados.

Uno de los casos más destacados es el de Miroslava Breach Velducea (2017). La periodista fue asesinada afuera de su propia casa, cuando se encontraba en su vehículo.

El trabajo de Breach estaba enfocado en temas como corrupción, abusos de derechos humanos, narcotráfico y agresiones a comunidades indígenas. Se trata de un caso emblemático, porque las sentencias en contra de dos de los autores materiales y el proceso a un copartícipe, confirman el involucramiento entre narcotráfico y los partidos políticos.

Otro caso es el de Norberto Miranda Madrid (2009), quien también abordaba temas sobre la violencia del crimen organizado en Chihuahua.