La administración de Donald Trump anunció un cambio en la designación de los reporteros que cubren las actividades del presidente estadounidense.
A partir de ahora, será la secretaria de Prensa la encargada de seleccionar a los periodistas que tendrán acceso a la Casa Blanca, en lugar de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA, por sus siglas en inglés), que históricamente había sido responsable de este proceso.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, justificó el cambio como una medida para “modernizar” la cobertura presidencial y ampliar el acceso a nuevos medios, incluyendo plataformas de streaming.
Según Leavitt, este ajuste busca garantizar que una mayor diversidad de voces tenga oportunidad de cubrir al presidente, en contraste con lo que calificó como un “monopolio” de los medios tradicionales.
La decisión ha generado inquietud entre periodistas y expertos en libertad de prensa, quienes advirtieron sobre posibles implicaciones para la Primera Enmienda, al otorgarle al presidente la facultad de decidir quién puede informar sobre su gobierno.
Los medios estadounidenses CNN y Associated Press reportaron que la Casa Blanca presentó esta nueva política como un paso hacia una cobertura más inclusiva y equitativa.
Sin embargo, analistas consultados por Associated Press señalaron que esta medida podría abrir la puerta a la manipulación del acceso a la información, permitiendo que la administración filtre qué periodistas pueden cubrir los eventos presidenciales.
"Un grupo selecto de periodistas con sede en Washington ya no debería tener el monopolio del acceso a la Casa Blanca", afirmó Leavitt.
Fundada en 1914, la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca es una organización que agrupa a periodistas y que, hasta ahora, ha sido responsable de coordinar el acceso de los medios a las conferencias de prensa y eventos presidenciales.
Su selección de reporteros se basa en criterios rigurosos y transparentes, con el objetivo de garantizar una cobertura informativa equilibrada y profesional de la administración en turno.
La medida anunciada por el gobierno de Trump altera este proceso histórico, generando preocupaciones sobre la posibilidad de que la cobertura de la Casa Blanca se vuelva más sesgada o restringida a medios afines a la administración.